¡ Por fin llegamos!

Aquí estamos tras un largo traslado en tren y cuatro transbordos, cuatro, que se dice pronto, hemos llegado a las 3 de la tarde al camping. El viaje ha ido rodado, con precisión relojera suiza, gracias a que los chicos han respondido maravillosamente y a que el tamaño de las maletas, por fin y lo que nos ha costado, ha sido el adecuado.
Nada más llegar se han repartido los bungalows y han empezado a surgir los primeros ojos de asombro y extrañeza ante la velocidad expresiva y el fino acento irlandés de los monitores. Es  lo normal ,se acostumbran al segundo día.
Tras la primera toma de contacto por fin  hemos  ido al comer, algunos habían acabado ya con sus reservas de chuches y guarrerias y en sus rostros empezaba a atisbarse un rictus canino, algunos, y no vamos a decir nombres que está feo, se han aviado tres o cuatro pechugas de pollo tras un suculento plato de macarrones. Eso sí,  las verduras  han quedado abandonadas en sus espaciosas bandejas quizá para otros momentos de mayor necesidad.
Un pequeño descanso y comienzo de las actividades, hoy cortitas , están cansados y nerviosos mañana les espera un  día completo,  náuticos por  la  mañana y aventura  por la tarde, lo ideal playa y montaña en una misma jornada.
Tras las actividades una de sus mayores aficiones,  el "shopping", esa palabra  que todos dominan y que tan bien pronuncian, algunos se han aprovisionado para  toda la semana, bueno, o eso creemos ya os iremos contando. 
Según estamos escribiendo escuchamos en la lejanía algunas expresiones más propias de carreteros, Carmen tomará medidas fiscales, 50 céntimos por expresión mal sonante y esto se acaba en un pis pas, que se lo pregunten a Montoro,  aunque esté en funciones.
Bueno nos despedimos; de momento estamos muy contentos con los chicos, mañana os contaremos nuestros sentimientos hacia ellos tras la larga noche.
Os dejamos unas pocas fotos que hemos podido hacer, mañana más.